
" A sangre fría"
"Comencé a escribir a los ocho años, inesperadamente, sin la inspiración de un modelo. No conocía a nadie que escribiera. En realidad, apenas si conocía a alguien que leyera. El hecho era que sólo cuatro cosas me interesaban: leer, ir al cine, zapatear y dibujar. Luego, un día, empecé a escribir, sin saber que me había encadenado, de por vida, a un amo noble pero despiadado. Cuando Dios nos ofrece un don, al mismo tiempo nos entrega un látigo, y éste sólo tiene por finalidad la autoflagelación."
Puede parecer una contradicción asociar la novela-documento "A sangre fría" de Capote con el prefacio de su otra gran obra maestra "Música para camaleones", pero, como el mismo advertía, esa autoflagelación se comete a sangre fría como a sangre fría Truman nos descubrió una nueva forma de hacer periodismo, un punto de vista distinto desde una mismo realidad, un periodismo más literario, un acontecer más vivido.
"Comencé a escribir a los ocho años, inesperadamente, sin la inspiración de un modelo. No conocía a nadie que escribiera. En realidad, apenas si conocía a alguien que leyera. El hecho era que sólo cuatro cosas me interesaban: leer, ir al cine, zapatear y dibujar. Luego, un día, empecé a escribir, sin saber que me había encadenado, de por vida, a un amo noble pero despiadado. Cuando Dios nos ofrece un don, al mismo tiempo nos entrega un látigo, y éste sólo tiene por finalidad la autoflagelación."
Puede parecer una contradicción asociar la novela-documento "A sangre fría" de Capote con el prefacio de su otra gran obra maestra "Música para camaleones", pero, como el mismo advertía, esa autoflagelación se comete a sangre fría como a sangre fría Truman nos descubrió una nueva forma de hacer periodismo, un punto de vista distinto desde una mismo realidad, un periodismo más literario, un acontecer más vivido.
La inmediatez que exige hoy en día la prensa escrita, elimina en parte la creación artística del autor que se ve sometido a publicar aquello que la sociedad de masas demanda: una información rápida, concisa y fideligna. Esta demanda termina por destruir la creatividad periodística y crea un estilo monótono y pedante, siempre respaldado por teorias de la información que aseguran la supremacia de un estilo vacio.
Buscamos pues una nueva perspectiva, un punto de mira distinto. Aquí es donde radica la fuerza de Capote, el ingenio de un alcohólico, drogadicto y homosexual que supo alzarse como el genio que es, esplotando un nuevo periodismo americano que se basaba en el ser diferente poetizando la información.
La aparición de personajes como Truman Capote abren un camino a la esperanza creando una nueva forma de concebir el periodismo en una entrega íntima con la literatura. El fantasma del mercado es el único que termina por destruir estas nuevas corrientes como un asesino en busca de su próxima víctima, un corte limpio, una condena fácil, un crimen "a sangre fría".
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