La Conjura De Los Necios



Más de un millar de donostiarras se desnudan para Tunick.
1200 personas respondieron a la llamada del artista estadounidense Spencer Tunick, famoso por sus fotografías de desnudos colectivos en espacios públicos.



En la mañana del sábado 22 de abril, Tunick escogió el vestíbulo del palacio de congresos Kursaal y la playa de La Zurriola para sus instantáneas. Hasta el último momento persistió la intriga sobre cuántos serían los valientes que se presentasen a la cita, pero se disipó rápidamente con la asistencia de más de un millar de personas, la mayoría donostiarras aunque también acudieron de otras localidades vascas y del extranjero. Incluso sorprendentemente algunos se presentaron en familia, incluidos algunos bebes.
Este controvertido fotógrafo no era un completo desconocido en este país puesto que en el 2003 consiguió reunir a 7000 personas en Barcelona en una de estas sobrecogedoras imágenes.

La primera de las dos tomas del día tuvo lugar en el vestíbulo del Kursaal. En el que se produjo un pequeño enfrentamiento entre Tunick, de riguroso negro, y los medios presentes. Tunick espetó un furioso: “I can´t work” ( “no puedo trabajar”). Pero el ambiente se caldeó aún más cuando los voluntarios, irritados también con los periodistas, les gritaron: “ la prensa en pelotas”. La nota graciosa del día la protagonizó el equipo del programa “CQC”DE Telecinco que ante la reacción del público decidieron salvar la situación desnudándose, llevándose la ovación de los presentes.

Tras la instantánea del palacio de congresos los participantes se trasladaron a la playa de La Zurriola para retratarse junto a los cubos de Moneo. En tiempo no era el ideal, llovía desde las siete de la mañana, pero afortunadamente el intenso “chirimiri” paró en el momento en que llegaron a la arena. Allí, mirando al mar, y a 12 grados , la marabunta desnuda trataba de soportar el frío, algunos golpeándose la piel y otros abrazándose.

Aunque la parte más emotiva, estética e incluso con cierto tinte erótico se produjo cuando Tunick se despidió de algunos de los voluntarios para continuar solo con las parejas que lo deseasen. La romántica imagen emocionó a muchos de los curiosos que se agolpaban tras las vallas de protección. Una de las presentes, Mariana Garay reconoció que no estaba muy de acuerdo con este tipo de iniciativas pero que la imagen le parecía “muy hermosa”. Según ella jamás aceptaría hacer algo así aunque se mostró de acuerdo con la belleza de los besos y abrazos junto a las rocas del espigón. El público demostró con su asistencia que, tópicos como la extremada timidez de los donostiarras, no tienen cabida, o por lo menos para estos valientes. Con todo acabado, los voluntarios no pudieron ocultar su satisfacción. Hoy ya son parte de la historia de Tunick, y sus fotos recorrerán el mundo.
« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »